viernes, 2 de septiembre de 2011

Capítulo 1: “No soy normal, nada normal.”

¿Cómo empezar a contar una vida? Una buena forma de empezar es presentándome. Me llamo Alexia y tengo catorce años. Soy morena, de estatura media, de ojos marrones, casi negros.
No soy normal. Pensaréis que estoy loca, pero tengo poderes. Puedo curar a la gente sólo con tocarla. 
Descubrí mi poder cuando tenía cinco años, en un cumpleaños de mi mejor amiga, Holly. Su abuelo empezó a toser y no podía respirar. Al ver a Holly llorando, unos chicos se asustaron y me empujaron hacia su abuelo. Mis manos se posaron en su pecho para amortiguar el golpe y de repente, el abuelo de Holly empezó a respirar de nuevo. 
Nadie sospechó de mí, simplemente pensaron que al darle un golpe en el pecho, le devolví el aliento.
El gen de los poderes se ha estado heredando varias generaciones en mi familia. Aunque son muchas más familias con poderes por todo el mundo.
El primero en mi familia fue mi bisabuelo, aunque nunca hemos sabido por qué él fue el primero. Cada persona, tiene un poder diferente; hay millones. Mi bisabuelo podía viajar en el tiempo.
Las personas con poderes, como yo, tenemos que ir a la O.S.T (Organización Secreta de las Tortugas), una organización que se creó en 1711. Se puso este nombre, para que si alguien se chivaba, no tuviera sentido y lo tomaran por un loco.
Aquí empieza mi historia. ¿Preparados?


No hay comentarios:

Publicar un comentario