viernes, 1 de febrero de 2013

Capítulo 23: "¿Vivir intensamente?"

Diario de Alexia, 24 de abril de 2013:
Por fin ha llegado la primavera en este sitio, tarde, pero mejor que nunca. 
Tengo ganas de salir, tardes con helados y flores. 
Sólo hago dos cosas: extrañar lo que tenía antes y pensar demasiado.
Echo de menos a mi familia, a mis amigos, al exterior. Según dicen, el jardín de aquí es enorme, así que hoy lo comprobaré por mí misma.
Ojalá se parezca en algo al que visitaba con mis amigos y así pueda que me sienta mejor. No sé.
Pienso demasiado. Lo sé, lo estoy haciendo ahora mismo. Intento pensar en Carpe Diem, pero no consigo alcanzar la serenidad que quiero.
Mierda. Ya estoy pensando otra vez. 

Cierro el diario, cabreada conmigo misma. ¿Por qué no puedo dejar que las cosas fluyan?
Miro el reloj: las doce de la mañana. No he ido a clase, Bella me ha contagiado su resfriado al toser como unas quince veces en mi cara. Aún estoy en pijama, después de haber dormido toda la noche del tirón, culpa de la fiebre.
Saco los pies de la cama para que Bola juegue con ellos, pero pasan los segundos y no llega. Quizás Channel puede haberlo sacado a pasear.
Me paso las manos por la cara y pienso qué puedo hacer. Quiero salir de estas cuatro paredes, así que sigo con mi propósito de ir al jardín.
Hago toda mi higiene personal y me visto.
Finalmente llego al jardín, que se comunica a la cocina por una puertecita blanca. Ahora entiendo lo que decía la gente, es grande y verde. Hay unos bancos blancos en las esquinas, que se unen por un camino de piedrecitas entre ellos y a una fuente en el medio. Hay un árbol gigante en el fondo, diría que es un sauce llorón, en el fondo del jardín. Me siento en uno de los bancos y busco mi móvil para escuchar música.
"Mierda, me lo he dejado arriba. ¿Subo a por él?" Pienso. Qué pereza. Pero tendré que subir, no hay nada mejor que hacer. Cuando faltan unos peldaños para llegar a mi planta, aparece Channel.
-¡Ey! Me había imaginado que estarías en la biblioteca, te traigo el móvil.
¿Pero qué cojones? ¿Qué hace con mi móvil? Miro si tengo contraseña y recuerdo que se la quité hace tiempo.
Me ha cotilleado el móvil.
-Ah -digo, sorprendida-. Gracias.
Cuando bajo una escalera me agarra el brazo.
-¿No vas a decir nada más?
-¿Qué quieres que te diga? -pregunto, intentando soltarme de su brazo.
Ella lo nota y me suelta. Se apoya en la pared y cruza los brazos sobre el pecho. Así me recuerda a Michael.
-Pues, ¿qué tal estás?
-¿Qué tal estás?
-Bien, gracias -exclama, feliz.
-¿Me puedo ir ya?
No contesto, bajo corriendo las escaleras y tropiezo con una.
"No corras por las escaleras". La voz de mi madre me invade y me paro para agarrarme la cabeza. Hace tanto que no la veo que el simple sonido de su voz me hace daño.
Cuando me siento en el banco, me pongo los auriculares y Ed Sheeran es lo único que invade mi cabeza.
De repente me viene a la mente el álbum de personas especiales de Mich. ¿Tendría mi foto puesta en él?
La simple imagen me hace sonreír y pienso: es una idea original. Necesito algo así, un recuerdo de cada una de las personas que quiero en mi vida.
La idea aparece como un soplo de aire fresco. Post-it.
Corro hasta la biblioteca y algunas personas me miran asustadas.
-¡Hola! -grito, demasiado alto, intentado recuperar el aliento. Algunas personas se vuelven hacia mí y me apoyo en el mostrador.
-Hola, soy Claire, ¿qué quieres? -Sonríe.
Le veo los pequeños dientes y sonrío.  La bibliotecaria, quiero decir Claire, debe tener unos 60 años.
-Sí, ¿tienes post-it?
-Perdona, ¿posi? -pregunta, y yo suelto una carcajada. Ella también se ríe. Algunas personas vuelven a mirarme y me callo- ¿Qué es eso, querida?
¿Cómo le explico qué es un post-it?
-Pues... Son papelitos que se pegan por un extremo.
-Ah, sí. ¿Notitas?
Ella sonríe y mete la mano en un cajón mientras que con la otra saca el dedo índice, diciéndome que espere. Tarda una eternidad en sacarlos y me mira, mientras se sube las gafas, que en cuestión de segundos vuelven a caerse.
-Sí, son esos. ¿Tienes de varios colores?
-Sólo me quedan azules, rosas y naranjas. ¿Bastará con quince de cada color? Seguramente los necesitaré, tengo que apuntar muchísimas cosas. ¿Sabes? Esta cosita de aquí ya no funciona tan bien -susurra, señalándose la cabeza. Algunos mechones de pelo color blanco son rebeldes a la laca.
-Sí, bastará. Muchas gracias.
Ella me sonríe y la despido con la mano.
En menos de treinta segundos estoy en mi cuarto, intentando recuperar el aire.
Sí, lo sé, mi condición física es una verdadera mierda.
Dejo los post-it en el escritorio y me tumbo en la cama, con la cabeza colgando por uno de los lados. Siento la sangre en mi cabeza y me siento, mareada.
Seguro que Claire tiene mejor condición física que yo.
Pongo la radio y suena algo de Coldplay que no consigo reconocer.
Mierda, antes me sabía cualquier canción sólo con escuchar una palabra. De hecho, jugaba con Jackson a eso.
Llaman a la puerta y me doy golpecitos en la cara, intentando que vuelva a su color normal, porque seguro que la tengo roja por la sangre.
-¡Adelante!
Michael entra y muestra una gran sonrisa, que me contagia. Me saluda con la mano y se sienta en la silla del escritorio.
-¿Qué es esto? -pregunta, mostrándome los post-it.
Cuando voy a responder, me corta.
-¿Qué te pasa en la cara?
Me toco la cara y le miro.
-¿Qué me pasa?
-Estás roja. Oh -dice, y suelta una carcajada-. ¿Es por mí?
Me río y comprendo que está bromeando.
-Oye Michael -digo, y él me mira-, ¿tienes mi foto en el álbum de personas especiales?
Sonríe, esa sonrisa que hace que parezca el chico más inocente del mundo.
Sin poder evitarlo, lo imagino con dos años rompiendo platos. Puedo ver cómo sus padres lo regañan, él sonríe y ellos lo perdonan. Puedo verlo diciendo que ha sido Channel y cómo sus padres le creen.
-Eso es algo demasiado confidencial.
Me tumbo en la cama.
-Alexia -me llama, y yo me giro para verlo-. Bueno... esto... nada.
Me río y él se pone serio. Me coloco en el borde de la cama y le toco la cara.
-Ey. -Toco su barbilla y hago que me mire.
Parece que va a empezar a llorar. La sonrisa que tenía antes parece haberse borrado. Los ojos verdes vidriosos se acercan a mí.
Trazo una línea por su mandíbula, casi invisible. Se acerca a mí hasta que nuestras narices se rozan. Lo esquivo y apoyo mi frente en la suya. Tengo la respiración tan agitada, que lo único que puedo decir es:
-No.
Sé que no es nuestro primer beso, pero con Michael todo parece nuevo. Cada vez que me mira parece que es el primer día en el que lo conocí. Cada vez que sonríe parece que es la primera tontería que le hace gracia de mí.
-Alexia -susurra, todavía frente con frente. Huele a menta y a algo dulce-, lo del otro día me hizo sentir bien. Cómodo. Como antes.
Retiro el rostro y su cabeza busca mi cuello. Se queda allí, inhalando mi olor, haciéndome sentir tan insignificante como un gramo de azúcar.
-Pero no es posible...
-Vive, Alexia. Vive como si de verdad fueras humana, con sus errores y aciertos. No pienses.
No sabe nada. Quiero decir, no todo es así de fácil. No es el bien y el mal, el dolor o la alegría.
-No quiero arrepentirme.
Puedo sentir su sonrisa en mi cuello antes de plantar un beso allí.
-No lo harás -susurra. Sé que ha notado cómo mis pulsaciones han aumentado cuando añade:-. Vive intensamente.
Se aparta de mi cuello y vuelve a poner su frente contra la mía, con los ojos cerrados. Acerca sus labios a los míos, y siento el breve roce de ellos, haciendo que enrosque una pierna en su cintura.
Nuestros labios se rozan, pero no llegan a tocarse.
-Por favor -susurra, tan bajo que casi no lo oigo.
No me suplica, me pide que viva. Que haga cosas que pueden hacer que me arrepienta.
Las palabras no hacen que me de pena, sino deseo.
Estrello mi boca contra la suya, en un golpe que duele y que sienta jodidamente bien. Él posa sus manos en mis caderas y me levanta, como si pesara dos gramos. Me enrosco en sus caderas.
Sin darme cuenta, llevo mis manos a su nuca, donde su pelo crece. Tiro de él y él emite un sonido gutural contra mi boca.
Me baja suavemente hasta que toco el suelo y aún con sus manos en mis caderas, se separa de mis labios. Después deja un suave beso en los labios y otro más en la frente.

1 comentario:

  1. Michael es un amor con ella... Yo opino porque sigan juntos! Cualquier cosa yo me quedo con Adam! Ah jajajajja.. Noo noo quiero llegar al capitulo 37!!!!! :3 :3

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