lunes, 12 de agosto de 2013

Capítulo 42: "¡Te quiero!"

Estamos en la cocina. Sólo han pasado diez minutos desde que Michael se ha ido.
Fabio me ha acompañado y se ha sentado conmigo para comer algo. ¿Para qué queríamos ir al comedor? En la cocina podemos hablar más tranquilamente.
-Te he dicho que no te preocupes. Va a estar bien, Alexia.
-Ahora mismo no puedo hacer otra cosa. Supongo que se me pasará mañana. O pasado. O al otro.
Se acerca a mí y me da un abrazo tierno y de larga duración.
-¿Qué quieres comer? Hoy cocino yo.
-Tengo ganas de pasta.
-Macarrones para la señorita más guapa de la organización. Bueno, la segunda.
-¡Es cierto! ¿Qué tal con Carol?
-Emmm... no sé cómo describirlo. Es cierto que nos besamos el otro día, pero nada más. Ella se muestra muy tímida.
-¿Hablo con ella?
-No,no. No te preocupes. Hablaré yo con ella.
-Sí... hablar... -Suelto una risita y Fabio una carcajada.

Me conecto a Tuenti para pasar el rato. Channel no está en la habitación, algo que se convierte en rutina últimamente. El reloj del escritorio del ordenador marca las ocho de la tarde. He estado hablando con Fabio más de dos horas y después me he quedado dormida en la cama.
Varias novedades. Sólo cumpleaños de gente. Por fin se han acabado los mensajes cotillas. Excepto dos, de Adam. El primero es de hace ayer, a las ocho de la tarde.
Tengo que hablar contigo inmediatamente. Es urgente.
El segundo, es de hace unas siete horas.
Alexia, no has contactado conmigo, te contaré todo por aquí. Paul me ha contratado para trabajar en tu internado. Sé que tienes poderes. Nos vemos pronto.
¡Y ahora me conecto, soy genial!
Voy hasta mi perfil y veo mis visitas. Han subido dos mil desde que llegué. Entonces me detengo en mi foto de perfil. Es la foto de mi cumpleaños en la asociación, de mi primera noche aquí. Salgo riendo con Michael. Todo está pensado. Imprimo la foto y llevo la flecha hasta los ajustes. Borrar cuenta. Entonces un mensaje gigante se muestra en la pantalla.
¿Está seguro de borrar su cuenta? No podrá recuperarla nunca. 
Marco el sí y aparezco de nuevo en la página principal de Tuenti.
Me acerco hasta la pared y agarro el cuadro con una tortuga y un dedo en la boca, en señal de silencio. Saco esa espantosa imagen y coloco la que acabo de imprimir. Vuelvo a colocar el cuadro y reparo en que Channel está en la habitación. Sola. Se queda mirando el cuadro unos segundos y habla.
-Esa foto os la eché yo, ¿no?
La sonrisa que muestra es de todo menos esperada. ¿Querrá hacer las paces conmigo?
-Sí. Fue el día que llegué.
-Me sigues cayendo igual de bien que cuando llegaste, aunque lo hayamos estropeado.
-¿Acaso quieres...
-... hacer las paces? Sí. Sin duda que sí. Laura me ha estado contando lo que tenía pensado para ti. Y me he dado cuenta de que es de todo menos buena. ¿Quieres hacerlas?
-¿Cómo sé que esto no es parte de su plan?
-Sólo confía en mí. No te haría tal cosa. Al fin y al cabo somos... ¿cuñadas? Me resulta raro decirlo. Mi otra cuñada era una pija sin cerebro, con la que no me llevaba bien. Contigo es diferente. Me gustas para mi hermano. Le das un toque de locura pero a la vez tranquilidad. Se nota que está muy enamorado de ti. -Dice mientras sigue mirando la foto y de vez en cuando se fija en mí y sonríe.
Hagamos un inciso. ¿Enamorado? Las mariposas vuelan hasta mi estómago con la intención de destrozarlo. ¿Esto se supone que es el amor? Mamá, deberíamos ser como los americanos, y hablar de estos sentimientos más a menudo. Volvamos a esto. ¿Y yo, estoy enamorada de Michael? Yo diría que ...
-¿Qué, quieres hacer las paces? -Dice Channel cortando todos mis pensamientos.
-Sí. Me fío de ti.
Se acerca a mí y me abraza fuerte.
-Sé que este día ha sido duro para ti. Tanto como para mí. Ahora que sentimos lo mismo, quiero volver a ser tu amiga. Como antes.
-Hecho.
Me tiende su meñique y sellamos el trato. Sonríe y me guiña un ojo. Entonces, el teléfono suena. Me acerco hasta la mesilla de noche y descubro siete Whatsapps, y una llamada de un número desconocido. Pulso el botón verde y oigo una voz masculina a través del teléfono.
-¡Pequeña salvavidas! No te he olvidado aún. -Dice y después suelta una carcajada.
"Y espero que no lo hagas nunca, porque yo te quiero". Me quedo con las ganas de pronunciar esa frase, pero pronuncio otra diferente.
-¡Más te vale que no, transformador de la barrera temporal!
-¿No podemos acortarlo? Dime más bien... No sé... ¡Viajero! ¡Gran viajero!
-Dejémoslo en viajero, anda.
Suelta una carcajada y sigo hablando.
-¿Dónde estás?
-En un hotel. Mañana busco piso. Intentaré acercarme por la noche. Además, intentaré sacarme el carnet pronto.
-¿Por?
-No lo tengo aún. Así que no podré visitarte con el coche. El autobús me deja a dos kilómetros de la organización. Seguiré andando.
-¡Mich! -Dice Channel mientras que se acerca al teléfono. Se lo tiendo y empieza a hablar con su hermano. -¡Sí, lo hemos arreglado! Sí, todo está bien. Sí. ¡No, qué va! Vale. Sí, sí. Mañana nos vemos, entonces. Adiós, adiós. Toma.
Me vuelve a tender el teléfono y Michael habla.
-¡Está bien, Alexia! Mañana nos vemos. No tengo dinero para estos gastos. ¡Te quiero!
El mundo se para a mi alrededor y siento que me voy a desplomar al suelo.
-Te quiero.
Y cuelgo el teléfono. Channel me mira con una media sonrisa.
-¡Uh, uh! Te quiero... -Dice en tono burlón e imitándome. Después pone una cara embobada y sonríe- ¡Cómo se nota que estás enamorada! Incluso tanto como a mi hermano.

1 comentario:

  1. Me.gusto muchoo! Esta interesante y como te lo habia dicho, soy una lectora segura de tus novelas :) me.encantoo! @BatLiamIsMyHero

    ResponderEliminar